El mal de altura es una enfermedad causada por la falta de oxígeno en el aire de las zonas de gran altitud A veces recibe el nombre de mal de montaña.
¿A qué se debe el mal de altura?
Es una alteración ocasionada por la falta de oxígeno y que puede afectar a cualquiera que se encuentre en una zona de gran altitud. Los síntomas comienzan a manifestarse a diferentes elevaciones sobre el nivel del mar, dependiendo de la persona. Suele darse entre montañistas, practicantes de senderismo, esquiadores y viajeros que van a zonas de altura elevada.
Entre los factores que contribuyen a esta enfermedad están las condiciones físicas del individuo y el ritmo de ascenso hacia la zona de gran altitud. Los efectos suelen empezar a manifestarse a la altura de 7 000 a 9 000 pies (2 133 a 2 743 metros) sobre el nivel del mar. Sin embargo, hay quienes pueden sentirlos al llegar a los 5 000 pies (1 500 metros).
Síntomas del mal de altura
Esta alteración suele aparecer a las pocas horas de alcanzar una zona de gran altitud. Los síntomas incluyen:
– dolor de cabeza;
– irritabilidad;
– mareos;
– dolor muscular;
– cansancio o insomnio;
– inapetencia;
– náuseas o vómito;
– hinchazón de la cara, manos y pies
El mal de montaña más intenso causa inflamación del cerebro, lo que da lugar a alucinaciones, confusión, dificultad para andar, fuertes dolores de cabeza y extenuación.
También puede causar acumulación de líquidos en los pulmones, lo que ocasiona disnea, incluso en reposo. Cuadros de ese tipo pueden ser potencialmente mortales y deben tratarse de inmediato.
Tratamiento
Ni el diagnóstico ni el tratamiento son necesarios en un caso de mal de montaña leve porque los síntomas tienden a remitir a los dos o tres días. Los médicos recomiendan que se tome aspirina o ibuprofeno para aliviar el dolor muscular. Los escaladores de montañas a veces toman medicamentos para prevenir o tratar la mayoría de los síntomas.
El mal de montaña pronunciado es una alteración potencialmente mortal que debe ser tratada por un médico con oxigenoterapia y medicamentos que reduzcan la inflamación cerebral y el líquido de los pulmones. Asimismo, en caso de mal de montaña agudo el enfermo deber ser trasladado a una zona de menor altitud para disminuir los síntomas.
Medidas preventivas
La forma más simple de prevenir el mal de montaña es ascender gradualmente a una zona de gran altura. Esto permite que el cuerpo se vaya acostumbrando poco a poco a la menor cantidad de oxígeno contenido en la atmósfera a esas alturas. Cuando se proyecta un viaje o vuelo a estas zonas, es importante tomárselo con calma los primeros días y limitar la actividad física mientras el cuerpo se acostumbra a la altitud.