El síndrome de Reye es una enfermedad rara y potencialmente mortal que afecta al hígado, al cerebro y a otros órganos de los niños. Puede aparecer poco después de una infección vírica como la varicela o la gripe.
Los niños siempre llegaban a aquel hospital australiano al borde de la muerte. Solían estar en coma o haber perdido el conocimiento. Parecían estar volviéndose locos y a veces manifestaban espasmos incontrolables.
Era una situación trágica y enigmática. Sólo una semana antes—más o menos—los niños habían tenido alguna de las infecciones típicas de la niñez: dolor de oídos, catarro o dolor de garganta. Pero luego las cosas empeoraron.
El Dr. Douglas Reye era el director de anatomopatología del hospital en que morían estos niños, por los años 50 y principios de los 60. En los exámenes y análisis que les hizo descubrió cosas extrañas, como cerebros inflamados, hígados descoloridos y riñones dañados. El Dr. Reye se dio cuenta de que se enfrentaba a una enfermedad que todavía no tenía nombre.
En 1963, George Johnson, médico de Carolina del Norte, observó un posible vínculo entre la enfermedad que Reye había descubierto y otra que él estaba presenciando en niños que habían padecido la gripe. En un principio, la enfermedad se denominó síndrome de Reye-Johnson pero ahora se llama sencillamente síndrome de Reye.
Hoy en día, el síndrome de Reye es poco frecuente porque los médicos conocen la manera de disminuir el riesgo de contraerlo. También han mejorado la detección y tratamiento de la enfermedad. El síndrome no es contagioso, aunque las infecciones víricas que a menudo lo preceden puedan serlo.
Un cambio repentino
El síndrome de Reye comienza comúnmente a raíz de una infección vírica, como el resfriado, la gripe o la varicela. La mayoría de estas infecciones no conducen al síndrome de Reye, y en algunos casos son tan leves que nadie se da cuenta de ellas. Pero otros casos son más graves.
Aunque tanto los adultos como los bebés pueden padecer el síndrome de Reye, éste suele darse de preferencia en niños de 2 a 16 años.
Los síntomas incluyen vómito, náuseas y somnolencia. También hay un cambio de conducta, en el que los pacientes se comportan a veces de forma irracional y parecen haber perdido el contacto con la realidad. Si no se trata, el síndrome de Reye puede causar la pérdida del conocimiento, el coma y la muerte.
Otros síntomas: el cerebro y el hígado se inflaman y éste último acumula depósitos de grasa. La composición química de la sangre y de otros líquidos del cuerpo se vuelve anormal.
Nadie está seguro de cómo las infecciones víricas abocan en el síndrome de Reye. Algunos sospechan que la causa sea un virus no identificado. Otros opinan que la posesión de ciertos genes hacen a la persona más susceptible de padecer el síndrome.
Estudios realizados en la década de 1980 vincularon a la aspirina con el síndrome de Reye (Véase al margen).
El síndrome de Reye se trata en un hospital. Se utilizan varios medicamentos y líquidos para restablecer el equilibrio corporal del paciente. El estado de éste debe de ser vigilado de cerca. A veces es necesario usar un respirador, hasta que se resuelva el caso.
Fuentes
KidsHealth.org, c/o Nemours Foundation, PO Box 5720,
Jacksonville, FL 32247 Telephone (904)390-3600 Facsimile (904)390-3699 http://www.kidshealth.org/
National Reye’s Syndrome Foundation, 426 N Lewis,
PO Box 829, Bryan, OH, 43506 Telephone (419)636-2679 Toll-Free (800)233-7393